Tipos de custodia compartida: Todo lo que debes saber
Si estás inmerso en un proceso de divorcio o separación y te preocupa la situación de tus hijos sobre cómo se va a organizar la custodia, es importante que entiendas que hay varias alternativas que se pueden regular, siendo una de las más comunes la custodia compartida.
Esta modalidad busca que ambos progenitores participen activamente en la vida y cuidado de los hijos, garantizando su bienestar. La participación activa de ambos padres en las rutinas diarias del menor, como la escolarización, la atención médica y otras actividades cotidianas, es uno de los puntos clave.
En este artículo, te explicamos los tipos de custodia compartida y qué factores determinan su elección para que puedas tomar decisiones informadas en este proceso tan importante para tu familia.
Custodia compartida: Concepto general
La custodia compartida implica que ambos progenitores pasen tiempos equivalentes con sus hijos, para ejercer de una manera más cercana la responsabilidad sobre el cuidado, educación y bienestar de sus descendientes. A diferencia de la custodia monoparental, donde uno de los progenitores pasa más tiempo con sus hijos que el otro, e inevitablemente se va a encargar de más cuestiones relativas a su crianza, la custodia compartida busca repartir esa responsabilidad de manera equitativa. Los niños pasan tiempo con ambos padres, manteniendo una relación continua con ambos, lo que favorece su desarrollo emocional y social.
En España, aunque históricamente se ha otorgado la custodia monoparental, principalmente a la madre, en los últimos años la tendencia se ha inclinado hacia la custodia compartida, siempre que esto no perjudique el bienestar del menor. Antes era excepcional que un tribunal estableciera una custodia compartida en contra del criterio de un progenitor. Ahora ya no, porque las familias han cambiado, y los padres cada vez se involucran más en las cuestiones cotidianas de sus hijos menores.
Criterios que valoran los jueces para la custodia compartida
La decisión de otorgar una custodia compartida depende de una serie de criterios que los jueces consideran para asegurarse de que esta opción es la más beneficiosa para los menores. Entre los factores más relevantes se encuentran:
- Participación en las rutinas de los menores: Los jueces analizan el grado de implicación de ambos padres en las tareas cotidianas del niño, como su escolarización, visitas médicas y actividades extracurriculares. La implicación activa de ambos progenitores en estos aspectos es fundamental para asegurar que la custodia compartida sea viable.
- Conciliación de la vida laboral y familiar: La disponibilidad horaria de ambos progenitores es otro factor clave. Los jueces valoran si ambos padres pueden adaptar sus horarios para participar activamente en la vida de los menores.
- Cercanía de los domicilios: Si los domicilios de los progenitores están en el mismo municipio o cerca uno del otro, es más fácil para los menores mantener su rutina diaria, como ir a la escuela o participar en actividades extracurriculares.
- Sistema educativo y apoyo familiar: Se valora que los progenitores mantengan sistemas educativos similares para evitar que los niños vivan un desequilibrio en su desarrollo. Además, el apoyo de familiares cercanos, como los abuelos, también puede influir positivamente en la decisión.
- Relación entre los padres: Si bien no es un factor determinante, la relación entre los progenitores sí puede ser relevante si interfiere en el bienestar del niño. En casos de conflictos extremos, un juez podría decidir no conceder la custodia compartida.
- Informe psicosocial: En algunos casos, los jueces solicitan un informe psicosocial para evaluar cómo interactúan los padres con los hijos y si ambos progenitores son capaces de satisfacer las necesidades emocionales de los menores.
- Edad y número de hijos: El número de hijos y su edad también influirán en la decisión. En general, se evita separar a los hermanos, a menos que haya circunstancias excepcionales que lo justifiquen.
Opinión de los menores: Dependiendo de su grado de madurez y de otra serie de factores, la opinión de los menores puede ser fundamental para conformar el criterio del juzgador a la hora de establecer el ejercicio de su custodia.
Tipos de custodia compartida
Existen varias formas de ejercer la custodia compartida, dependiendo de los acuerdos alcanzados entre los progenitores o las decisiones del juez. A continuación, se describen los principales tipos:
Custodia compartida según el domicilio de los menores
- Domicilio fijo de los menores o casa nido: En este modelo, los progenitores cambian de vivienda, mientras que los menores permanecen en la misma casa. No es lo mas recomendable, ya que exige que ambos progenitores tengan muy buena sintonía, e implica mantener tres viviendas: la común y la alternativa de cada progenitor.
- Domicilio rotatorio: Es la modalidad más habitual. En ella, los menores se trasladan de un hogar a otro según los tiempos establecidos, alternando entre las casas de ambos padres.
Custodia Compartida según el tiempo de estancia
- Mismo tiempo de estancia: Los menores pasan el mismo tiempo con ambos progenitores, generalmente de manera equitativa (50/50), aunque en algunos casos puede ajustarse ligeramente según las circunstancias.
- Diferente tiempo de estancia: En este caso, uno de los progenitores pasa más tiempo con los menores que el otro, aunque la custodia sigue siendo compartida. Esta modalidad se utiliza cuando uno de los padres tiene una situación laboral o personal que le impide pasar la misma cantidad de tiempo que el otro progenitor.
Beneficios y desafíos de la custodia compartida
Beneficios:
- Los menores mantienen una relación constante con ambos progenitores, lo que favorece su desarrollo emocional.
- Permite que los niños vivan en un entorno estable y equilibrado, manteniendo una rutina que es similar a la que tenían antes del divorcio.
- Ambos progenitores comparten las responsabilidades del cuidado, lo que puede reducir el estrés y la carga emocional de uno solo.
Desafíos:
- Requiere una gran cooperación y comunicación entre los progenitores, especialmente si hay conflictos previos o si no existe una relación cordial.
- La logística puede ser complicada, especialmente si los domicilios de los progenitores están distantes o si los horarios de trabajo son poco compatibles.
- No todos los progenitores están igualmente capacitados para asumir la custodia compartida, por lo que el juez debe asegurarse de que ambos estén preparados para este tipo de régimen.
En la búsqueda equilibrada de responsabilidades
En definitiva, la custodia compartida es una opción que busca equilibrar las responsabilidades entre los padres, garantizando el bienestar y la estabilidad emocional de los menores. No existe una solución única para todos los casos, y es fundamental que los jueces consideren todos los factores antes de tomar una decisión.
Si estás considerando la custodia compartida, es crucial contar con el asesoramiento de un abogado especializado en derecho de familia, como en Soto Martínez Abogados, que pueda orientarte y defender tus intereses para lograr lo mejor para tus hijos. Llámanos o escríbenos a nuestro whatsapp si necesitas asesoramiento legal.